En este 2013 el Estado ha recibido más dinero gracias al cine de lo que ha repartido en subvenciones para este mundillo, y es que la subida del IVA al 21% a pesar de reducir el número de espectadores está ensanchando las arcas públicas.
Para ser más exactos, el Estado ha percibido unos 84 millones de euros directamente, mientras que las subvenciones han supuesto un gasto de 33 millones. Es decir, ingresa más del doble de lo que gasta.
Este año ha sido uno de los que a pesar de la disminución de espectadores a las salas, el Estado ha percibido más dinero, mientras que las subvenciones se han ido reduciendo año tras año y este es en el que menos se ha repartido de la última década.
La conclusión que se puede sacar es que el Estado está sacando ahora más partido que nunca al mundo del cine a base de estar matándolo lentamente. Y prohibidos quedan los argumentos de los que hablaban del típico cienasta pedigueño y que vivía de las subvenciones.
Lo más triste es que mientras otros países invierten en cultura (en este caso el cine), España ve ahora mismo en el mundo del celuloide una fuente de ingresos a corto plazo, pero nada más lejos de la realidad, lo que se está dando en nuestro país es "Pan para ahora, y hambre para mañana"
Feliz año nuevo, como dirían algunos
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